miércoles, 7 de abril de 2010

Kazajstán: donde los tenistas rusos cambian de nacionalidad

Evgeny Korolev perdió en Enero ante Fernando Gonzales por la 3ra ronda del Abierto de Australia en un cerrado partido a 5 sets. Estuvo a punto de convertirse en el primer kazajo en colocarse entre los 16 mejores de un Gran Slam. No obstante, muchos de sus ‘ex’ compatriotas ya lo habían hecho en el pasado: Davydenko, Safin, Youzhny, etc. Y es que Korolev adoptó la ciudadanía kazaja al comenzar este 2010: toda su vida había defendido los colores del Kremlin.


Kazajstán es un país ubicado en el Asia central cuyo territorio formó parte de la URSS hasta 1991. Es el noveno en extensión de todo el mundo y tiene una población de poco más de 15 millones de habitantes. Su capital es Astaná. Está gobernado por Nursultán Nazarbayev, uno de los tantos dictadores ‘modernos’ que se han erigido en el poder de éstas repúblicas que surgieron tras la desintegración de la URSS. En el 2007 promulgó una ley que le permite presentarse a elecciones de forma indefinida, ante las protestas de la oposición del país.

Para nadie es un secreto de las estrechas relaciones que aún mantienen Kazajstán con Rusia, sobre todo en materia de comercio (Rusia es su principal importador y exportador de materias). Lo que resulta curioso es analizar lo que se ha venido dando en los últimos años en lo referente a la materia deportiva, específicamente al tenis.

A enero de 2010, Kazajstán tiene 4 jugadores en el ranking ATP dentro del top 200 (Perú no tiene ninguno). Todos los jugadores son de origen ruso, jugaron primero con la bandera rusa pero luego, sorpresivamente, cambiaron la raqueta naranja y azul por el verde petróleo de Kazajstán.


Al parecer se trataría de una nueva “política deportiva” empleada por la Federación de tenis de Kazajstán, que ha visto en el universo de jugadores rusos potenciales talentos para sus propios intereses y los ha convencido de jugar para su país. ¿Dinero?, ¿Gloria?, ¿Honor?.

Los cuatro jugadores de origen ruso que figuran como representantes del país de Borat eran tenistas rusos de categoría regular dentro de su país. Es decir, había gente que estaba delante de ellos en el ranking y recibía la mayor atención y ayuda (económica) por parte del gobierno de ese país para cubrir los viajes, pasajes, prensa, etc.

Según las declaraciones al portal MensTennisForums por parte de algunos aficionados kazajos, lo que habría ocurrido es que estos jugadores habrían aceptado la propuesta de la Federación Kazaja de tenis para ‘cambiar de raqueta’ debido a que anhelaban jugar la prestigiosa Copa Davis y también veían pocas sus posibilidades de tener notoriedad en su país de origen: Rusia.

Aquí existen posiciones divididas. Algunos están a favor de ‘nacionalizar’ extranjeros a fin de levantar el nivel del tenis del país y poder ‘figurar’ internacionalmente (lo que habría sido la intención del gobierno de Kazajstán); otros creen que eso perjudica el surgimiento de jóvenes valores locales, propios del país que puedan representar ellos mismos a su patria.

Quizá la respuesta –en el caso de Kazajstán- podría ser ir implementandose ambos. Por un lado los jugadores rankeados darían popularidad al deporte en el país y concitarían el interés en los más pequeños. También que podrían generar más auspiciadores en la medida que los jugadores kazajos suban en el ATP y lleguen lejos en los torneos, lo que podría reflejarse en infraestructura para el país como academias y escuelas deportivas.

Fotos: Cortesía Reuters

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