Ernests Gulbis protagonizó la sorpresa más grande del pasado Masters 1000 Roma, eliminando a ni más ni menos que al número uno Roger Federer. No obstante, más allá del porrazo deportivo, no caería mal indagar un poco más sobre la vida de este letón, quien ésta semana alcanzó su mejor ranking de la ATP colocándose en la posición número 34 del mundo.
Nació el 30 de agosto de 1988 en Riga, Letonia, un país poco conocido por la práctica masiva del tenis. Fue por ello que desde los 12 años estuvo en Alemania entrenando en la academia del croata Nikki Pilic, ex finalista de Roland Garros. Allí coincidió con Novak Djokovic, quien lo conoce muy bien a raíz de aquellos años: "De pequeño siempre me pegaba unas palizas tremendas. Un jugador con un potencial tremendo. Que llegue arriba sólo depende su capacidad mental porque tenísticamente lo tiene todo".
No pasa ningún apuro económico –propio de los tenistas de nuestra región- pues su padre, Ainars Gulbis, es un empresario multimillonario (ex jugador de baloncesto profesional durante su juventud y hoy un inversor en pozos petroleros de éxito) que apoya permanentemente su carrera, hasta tal punto que en varias ocasiones tiene a su disposición un jet privado que lo lleva a los destinos que necesita, según el torneo en el que le toque participar.
Sin embargo, no solo hay ricos en su familia. También hay presencia de artistas, teniendo en cuenta que su madre Milena es actriz de teatro, y su abuelo, Uldis Pūcītis, fue un popular actor y director de cine.
Pero allí no acaba la cosa. Dado estos grandes privilegios, no ha estado exento de escándalos. Por ejemplo durante la temporada pasada cuando enel torneo de Estocolmo en Suecia, dónde término reconociendo haber participado de una fiesta en el hotel donde se alojaba. Esa noche Gulbis y otro tenista (Simone Bolelli o Juan Mónaco según ciertas informaciones), fueron detenidos cuando entraron al hotel acompañados por prostitutas. La ley sueca sobre la prostitución es muy inusual porque se castiga a los que pagan por tener sexo, pero no a las prostitutas.
Parece ser que su actitud ha cambiado. Respecto al año pasado, donde no pasó de segunda ronda en ningún torneo, la evolución en su juego es evidente. De cara al próximo Roland Garrós que se avecina, el letón espera volver a dar el golpe como en el 2008, donde llegó en silencio a los cuartos de final y cayó ante su amigo Novak Djokovic.
"Me gustaría ser cabeza de serie en los próximos torneos de Grand Slam (privilegio reservado a los 32 primeros de la clasificación), objetivos pequeños a corto plazo. Pero no me preocupa mucho el 'ranking'. Si juego bien sé que mi posición mejorará", afirmó luego de su participación en Roma. Con Del Potro y Davydenko en duda dentro de los 32 mejores, el destino podría hacer cumplir ese objetivo. Por el momento derrotó a Albert Montañés –ganador del torneo de Estoril la semana pasada- en la 1ra ronda del Masters 1000 de Madrid por 7-5 y 6-1 y ahora se las verá con otro reciente campeón en 2da ronda: Mikhail Youzhny, ganador de Munich.
Fotos: Internet
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