Creo que la principal diferencia entre los tenistas "top" y el resto de jugadores -a parte del juego en sí mismo- es la capacidad mental para salir airoso ante situaciones de gran presión y riesgo inminente. No se me ocurre mejor frase para tratar de entender lo que pasaba por la cabeza del colombiano Alejandro Falla (60 ATP) tras el espectacular partido de 1ra ronda de Wimbledon que puso en jaque al número 2 del mundo (pero 1 en la pre clasificación del torneo), el suizo Roger Federer.
Falla se puso adelante 2 sets a cero (7-5 y 6-4) y en el noveno game del 3er set se encontró con 3 break points a favor cuando Federer sacaba 4-4 y 0-40. El suizo logró salvarlos y ganó ese set por 6-4. Sin embargo, aún el colombiano tendría otra chance. Falla siguió demostrando categoría y le quebró el saque a Federer comenznado el 3er set hasta ponerse 5-4 y sacar para partido. No pudo. Roger Federer jugó ese game como el último y logró quebrarle el saque. Luego, ganó el tie break que siguió por 7-1.
El resto fue rápido. Falla se desinfló y Federer no perdonó para clavarle un 6-0 final que demostró sólo que el colombiano ya se había dado por vencido, que ya no creía que lo podía ganar, que supo que Roger Federer ya lo havía dado vuelta y no había más por hacer. Fue un espectacular partido: 5-7, 4-6, 6-4, 7-6(1) y 6-0 para el reloj suizo.
Sin embargo, no hay que quitarle ningún mérito a Falla. Seguramente hoy a la noche, junto a su almohada, desfogará todas esas emociones encontradas, de haber nadado tanto para morir en la orilla, que tuvo sus oportunidades y no las supo aprovechar. Que esto le sirva de experiencia y que lo vea por el lado positivo: si puso contra las cuerdas al mejor del mundo, significa que su tenis está en alza. Gran jugador este colombiano, que espera serle útil a su país en la próxima serie de repechaje del Grupo Mundial de la Copa Davis ante EE.UU cuando jueguen de locales los sudamericanos.
Fotos: Cortesía web de Wimbledon.
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